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Biografia

VIKTOR FERRANDO

VIKTOR FERRANDO

Biografía

De Víktor Ferrando se podría decir que nació en Babilonia mil años antes de Cristo. La energía de su obra es tan antigua y a su vez tan futurista que arraiga tanto en lo más profundo de la historia del ser humano como en el planeta extrasolar más lejano.

En realidad nace en Calpe (Alicante) en 1968, afectado de una grave estenosis pilórica, que le mantiene recluido en una urna durante sus primeros meses de vida, tras anunciar los médicos a sus padres las escasas probabilidades de vida del pequeño. Superada la enfermedad, su infancia transcurre en el campo, con los abuelos maternos. Como los héroes legendarios, se cría distante del hogar, y recorriendo un itinerario interior y externo que nutre una bárbara sensibilidad y forma un carácter sólido pero retraído.

Durante su primer periodo escolar los profesores advierten constantemente a los padres de la gran capacidad de creación del pequeño, destacando especialmente en este apartado.

Alos 9 años es enviado a Torquay, en Devon, Inglaterra donde comienza sus estudios en ingles. A su regreso se interesa por los deportes. A la edad de 12 años completa la Maratón de Valencia, consiguiendo el primer puesto en su categoría.

Alos 16 años, y debido a su rebeldía, sus padres le recluyen en el internado de La Salle en Valencia. Debido a su expulsión de aquel centro no tarda en abandonarlo por su absoluto desinterés en los estudios convencionales. A los 19 años se desplaza a Cambridge, Inglaterra, donde realiza estudios de comercio y termina de aprender el idioma Inglés.

A los 20, sus inquietudes y su insatisfacción con la vida convencional, le llevan a Dinamarca, donde pasa un largo periodo en una granja colectivista junto a su pareja de entonces, Allí descubre la pintura y la poesía Surrealista, y cae en la fascinación del arte de Salvador Dalí. Enterado de que una de las obras que más le subyugan, La Premonición de la Guerra Civil Española, se encuentra en el Philadelphia Museum Of Art, en los EE.UU. decide verlo en persona. Durante el viaje escribe una colección de poesías que titula “Viaje al Infierno”, un trabajo valorado por el poeta danés Uffe Harder, que lo recomienda al director del reputado  periódico de arte en Sudamérica  “Poesía de Venezuela”.

En el continente americano Víktor Ferrando realiza su propia odisea, desmedida y azarosa, como la de todo héroe inconsciente de serlo. Durante tres meses, atraviesa Méjico en ferrocarril. Regresa a los EE. UU., y en Miami se embarca en un carguero donde se paga el pasaje a Suramérica en una ciclópea sala de máquinas. En Colombia vive aventuras no deseadas con la guerrilla colombiana hasta el punto de ser encarcelado en la frontera con Venezuela por tener entre sus pertenencias libros de contenido conflictivo. Tras atravesar Venezuela, Brasil y Perú, regresa a Europa donde comienza a trabajar con una serie de Collages de mas de 3 metros de altura construidos con animales en descomposición y diversos materiales, y sin abandonar su pasión por la poesía, cada uno de estos enormes cuadros venia acompañado de un poema especialmente elaborado para ellos. Tras un periodo de dos años su creación se ve interrumpida para hacer el servicio militar obligatorio donde obtiene el grado de profesor de Autoescuela en la base de Marines, Valencia.

A los 24 años, marcha nuevamente a Dinamarca con la finalidad de establecer definitivamente su domicilio y reencontrarse con su novia y asi poder concentrarse nuevamente en la poesía, pero a los tres meses rompe sus relaciones de pareja.

Sediento de más idiomas, más conocimientos y más experiencias ajenas al confort familiar y a la vida rutinaria se marcha a Hamburgo, Alemania, allí permanece un año, y se inicia en las artes marciales. Concretamente en la disciplina de Taekwondo y el manejo del sable japonés o iaido. Atrapado en una disciplina que cada vez le absorbe con más fuerza, atraviesa de nuevo el Atlántico y se recluye en la isla de Florianópolis en Brasil, con su instructor y maestro coreano Kwang Duk Chung, Allí obtiene el primer Dan en Taekwondo. Con el paso de los años, regresa a Calpe, y mantiene el estudio y la práctica del Taekwondo con el que sera su instructor y mentor definitivo Fabio Bernardo, hasta obtener el grado de tercer Dan.

Tras 10 intensos años de aprendizaje y perfeccionamiento, Ferrando ajusta el objetivo de su búsqueda interior, y se inicia en un taller de estructuras metálicas de su ciudad. Bajo la dirección y la tutela de Juanjo Femenia un herrero y soldador local, descubre que la forja y la soldadura pueden también producir arte. En 2003 comienza a sacar del metal sus primeras formas artísticas. En 2005 se dedica por completo a la escultura.

En tan solo 10 años se ha convertido en uno de los escultores más rompedores del panorama artístico español. La constancia y la disciplina adquiridas en las artes marciales, y un talento que ha ido almacenándose a lo largo de su incesante odisea, son la base de su trabajo creativo. Víktor Ferrando, admirador de la filosofía de Nietzsche, de las propuestas estéticas de Marinetti, y fascinado por la musica de Arvo Pärt, emplea el hierro y el acero ferroviario como la base nuclear de su producción. Su estilo, que él denomina Neofuturista, ha desembocado de un modo natural en el proyecto “Planet Ferrovia”. Inspirado en las texturas inaprensibles del universo, se materializa en obras de gran envergadura, dureza y originalidad, un reto que alimenta la caldera de su producción como una poderosa locomotora futurista

Fernando Bellón
Escritor y periodista

VIKTOR FERRANDO

Carrera artística 2005-2012

Sin duda, las ensoñaciones de la materia, delimitada formalmente, de Víktor Ferrando manifiestan esa encarnación de lo descomunal, ese raro lugar intermedio en el que puede manifestarse lo sublime. Si en su etapa más figurativa daban cuenta del imaginario de lo monstruoso, sus trabajos recientes son principalmente monumentales, de una rotundidad extrema. Este artista, singularmente intuitivo, trabaja sin descanso, yuxtaponiendo materiales, forjando, ensamblando, en una búsqueda arriesgada y, me atrevo a decirlo, heroica.

Su experiencia en las artes marciales, ese combate sin combate, le ha sido provechosa en el terreno de la escultura. Finalmente la voluntad del ser humano en pos del sentido de su vida es “una voluntad tan fuerte que es capaz de atravesar el acero”.Víktor Ferrando desarrolla su obra artística como una peregrinación espiritual, semejante al zen, en la que lo desguazado o ruinoso cobra otro aspecto, donde lo inservible adquiere la dimensión de lo mítico. Su rapidez, atravesada de serenidad, es también un modo de aprender a detenerse, de comprender que la vida es sedimentación y que hay que estar dispuesto a aceptar lo azaroso sin caer en la mera pasividad.

Este escultor no ha dejado de apresurarse hacia lo que le obsesiona, en pos de unas vías que le pongan en comunicación con lo esencial. El escultor Viktor ferrando inicia su trayectoria profesional en 2005, Desde entonces su actividad creadora ha sido frenética, ha rendido multitud de homenajes a personalidades del mundo del arte y de la cultura como Stanley Kubrick, Guillermo del toro, Jean Jaques Annaud o Miguel Hernández con motivo del centenario de su nacimiento.

Ha expuesto sus macro construcciones en diversas ciudades de nuestra Geografía llegando a representar a España en la Bienal de Praga 2008.Es el primer escultor Español en colocar una obra permanente en la ciudad de El Cairo, con su “Guerrero de Lucentum”,un colosal Alejandro Magno Futurista de 7 metros de altura y 4000kg depeso.

En la actualidad ha creado un proyecto de esculturas monumentales de entre 3000 a 100.000 Kg. llamado “Planet Ferrovia” que se esta presentando de forma itinerante por Europa, en esta muestra el escultor ha desarrollado una extraordinaria simbiosis científico-artística ,tomando como referencia la estructura y textura original de los elementos que conforman el Cosmos asociándolos a una visión particular que le permite crear sus estructuras desde un punto de vista absolutamente único y singular.

Fernando Castro Florez
Profesor de Estética de la Universidad Autónoma de Madrid. Crítico de Arte del ABC